Hay una infinidad de coincidencias
temáticas en la épica árabe y los corridos mexicanos, tratare de exponer
algunos ejemplos con la ayuda del articulo de Ridha Mami del
Departamento de Filología Española en la Universidad de La Manouba (Túnez).
Aunque estamos hablando de dos culturas muy diferentes,
hay estudios que prueban una gran semejanza.
En el siglo X en España la convivencia entre musulmanes y
cristianos era muy fuerte y con esto entre las dos culturas se van creando
fuertes influjos.
La cultura árabe iba llegando también a España durante el
siglo XII, y cuando España conquista México ya estaba ahí la influencia árabe.
A continuación mostraré como Ridha Mami compara una épica
árabe y un corrido, ambos hablan de caballos y podremos ver la gran semejanza.
2.- El caballo y las armas:
Como me he referido antes, el
héroe en la poesía árabe es el jinete y el caballero, y como tal aparece
siempre armado de espada y lanza y montado magníficos caballos. El corcel es
considerado como animal noble, participa con el caudillo en las huestes,
demuestra valentía y con sus mañas y habilidad contribuye al triunfo de su
jinete. En la tradición árabe,el caballo se ha convertido en un elemento
poético, y resulta difícil separarlo de la vida y de las aventuras del poeta,
así lo describe Imru’ al-Qays:
Y a menudo amanezco, cuando las
aves están todavía en sus nidos,
con un caballo ligero, corredor de fieras y
recio,
que ataca y se escapa, avanza y retrocede a la vez,
cual peña rocosa
que arrastra el torrente desde lo alto[19].
En el corrido mexicano, el
caballo tiene el mismo valor para el héroe; su presencia, y sobre todo la
consideración que se le da nos remonta a la épica castellana más inicial.
Entra, por ejemplo, como objeto de especial interés en el botín, al modo que ya
se percibe en los elementos árabes en el Cid estudiados por Galmés de Fuentes :
” El Cid del Poema no es un héroe abstractamente idealizado, vive en su
realidad de desterrado pobre, en la que el botín de guerra es también uno de
los estímulos y móviles de sus campañas “ [20].
Galmés cita los versos 2482 al
2491 del Cantar del Cid, donde
podemos observar incluidos los caballos :
Sobejanas son
las ganançias que todos an ganado;
lo uno es dellos
an en salvo.
Mandó mi çid el que en buen
ora nasco,
Desta batalla que han arrancado
que todos
prisiessen so derecho contado,
E el so quinto de mí çid
non foie olbidado.
Assí lo fazen todos,
ca eran bien acordados.
Cadiéronle en quinta al
çid seyes çientos cavallos,
E otras azémilas e camellos
largos
Tantos son de muchos que non serién contados.
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